Según los astrónomos el Universo se expande cada vez con más aceleración.
Los seres vivos de nuestro planeta no somos ajenos a este fenómeno.
Todo pasa muy rápido y vemos el crecimiento físico como si hubiese sucedido en un abrir y cerrar de ojos.
Sólo nos damos cuenta que las horas no nos alcanzan para trabajar, disfrutar, dormir y el nerviosismo y apuro trabajan en desventaja nuestra.
Esa aceleración nos llega a través de las vibraciones que producen los planetas, de sus satélites, las galaxias y el Universo entero.
Cuando hablamos del Ritmo de la Vida, nos quedó el concepto de que vibramos con todo el ser, con la respiración, los latidos del corazón, con las emociones y los pensamientos. Todas estas acciones deben ser al unísono con la naturaleza. En realidad, desde el momento que nacemos así ocurre, pero con el paso del tiempo vamos alterando este orden.
Nos vamos adaptando a las estaciones, temperaturas, inclemencias y velocidad de la evolución. Cuando no logramos hacerlo, la mente y el cuerpo físico sienten el desbalance, las emociones pierden el equilibrio y probablemente el resultado final sea una enfermedad. Por eso la adaptación a cualquier tipo de situación es indispensable para mantener la integridad del ser.
Para no sufrir tanto ante situaciones nuevas y no “hacer” desde el miedo, anímese a actuar de forma diferente, cambie las rutinas y sea creativo. Valore las cosas positivas que le ocurren, vea sus objetivos con claridad, ponga límites a las emociones que lo estresen y con algunos de estos choques adicionales de energía nueva podrá transitar la vida con más seguridad interior.
CREAS TU PROPIO UNIVERSO SOBRE LA MARCHA.
Winston Churchill.
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