miércoles, 17 de agosto de 2016

Cataratas de sangre: un fenómeno único de la Antártida
Ubicadas en los Valles Secos de McMurdo, se trata de un fenómeno natural descubierto hace más de un siglo y que desconcertó a los científicos durante décadas; cuál es el motivo de este particular paisaje que se puede observar por estos días
Pocos la han visto, pero en medio de la Antártida se oculta uno de los fenómenos naturales más extraños del mundo: las Cataratas de Sangre. Su color rojo intenso con el que tiñen el blanco inmaculado del hielo que las rodea les valió ese apodo.Ubicadas en los Valles Secos de McMurdo, a un costado del glaciar Taylor, fueron halladas en 1911 por el geólogo australiano Thomas Griffith Taylor. Los primeros exploradores que se adentraron allí adjudicaron el tono rojizo del agua que emanaba una de las grietas del glaciar a unas algas de ese color, pero esta teoría fue posteriormente descartada. Un equipo financiado por la National Science Foundation fue el que pudo dar con la respuesta.
5 millones de años atrás, el nivel del mar creció e inundó el este del continente antártico, lo que terminó por formar un lago de agua salada. Con la llegada de los glaciares, una capa de hielo inmensa cubrió el lago y quedó totalmente separado de la superficie exterior. Esto significa que el agua de las Cataratas de Sangre es como una cápsula del tiempo preservada a 400 metros por debajo de la superficie.
Mientras los glaciares encima del lago comenzaron a congelarse, el agua enterrada se hizo cada vez más salada. En la actualidad, el lago subglacial que alimenta a las Cataratas de Sangre es tres veces más salado que el agua marina, demasiado salado para llegar a congelarse, y está "atrapado" debajo de más de 400 metros de hielo.
Además de ser extremadamente salada, el agua del lago subglacial es extremadamente rica en hierro, lo que genera que cuando el agua se filtra a través de una fisura del glaciar entre en contacto con el aire y se oxide rápidamente. Esto provoca su tan extraño color rojo sangre.
Sin embargo, la tonalidad de estas cataratas no es la única curiosidad de este fenómeno. Lo que habita dentro del lago subglacial es el verdadero interés que captó la atención de la comunidad científica internacional. Hace millones de años, cuando esos glaciares cubrieron el lago salado, había microbios en el agua que continúan allí.
Como las bacterias encontradas cerca de fuentes hidrotermales profundas, los microbios de las Cataratas de Sangre obtienen su energía al separar sulfatos, que contienen oxígeno. Luego, el hierro del agua interactúa con ellos para restaurar el sulfato, lo que crea una especie de cadena de reciclaje constante.
Las Cataratas de Sangre y los Valles Secos de McMurdo sólo pueden ser alcanzadas por helicóptero desde estaciones y bases de investigación de la Antártida, o cruceros que visitan el Mar de Ross, pero sin dudas su belleza peculiar y sus misterios milenarios mantendrán entretenidos a los científicos por muchos siglos más.

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