jueves, 10 de enero de 2013

Los   yoes  del hombre

               El hombre no tiene un solo  “yo” permanente e inmutable, es una pluralidad.
               En cada pensamiento, deseo, sensación dice “yo “ pero tiene muchos pequeños y separados, que la mayoría de las veces no mantienen ninguna relación entre sí.
               No hay nada dentro del hombre capaz de controlar los cambios de los 
" yoes”  principalmente porque  no los nota y vive siempre en el último “yo”. Algunos son más fuertes que otros , pero no por su propia fuerza consciente.
               Han sido creados por la fuerza de los accidentes o situaciones externas. La educación, imitación, tradiciones, religión y otros factores dan nacimiento a ellos , por lo tanto, no tiene individualidad, está divido en una multitud de pequeños  “yoes “.
               Esto explica porqué la gente toma decisiones  y  raramente  las  cumple.  Trae consecuencia desagradables. La tragedia del ser humano es que cualquier  “yo”   tiene el   poder de  firmar  contratos,  que   luego 

el hombre completo debe afrontar.
              Se  pasan  la  vida  entera  cancelando deudas   contraídas  por  pequeños  “yoes” accidentales.
              Así se convencerá de que sus acciones están totalmente gobernadas por condiciones exteriores y hasta que no deje su estado de sueño, no podrá ser dueño
de sí, de manera permanente.
             Debe estar en constante guardia y ser despiadado consigo mismo. Es decir que no debe tener miedo de desenmascarar todas sus formas sutiles y escondidas.
             El hombre no recuerda lo que ha pensado o lo que ha dicho; no recuerda cómo ha pensado o cómo ha hablado.
            Se tienen uno o dos  para la familia, uno o dos para el trabajo ( uno para sus superiores y otro para sus compañeros o subordinados ), uno para sus amigos en los festejos y otro para los momentos difíciles.
            Cuando algo le haga salir de su rutina aunque sea por un momento, se sentirá muy incómodo y hará todo lo posible por volver a sus papeles habituales. Cada vez que no puede hallar dentro de su repertorio el papel que le convenga a una determinada situación se sentirá como una persona desnuda.
  Entonces el hombre debe conocerse y escoger quien ser sin engañarse a sí mismo.
                                                                  
                                                     Síntesis de" Una enseñanza desconocida" de Ouspensky

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