REPROGRAMACION


             Cuando Carlos Castaneda le preguntó a Don Juan Matus ¿Cómo es posible que Ud sea más joven que yo ? (a pesar que lo sobrepasaba en años), escucha lo siguiente :
             --He vencido a mi mente. No tengo una mente que me diga que es hora de ser viejo. No cumplo con acuerdos que yo nunca he escrito. Eso de no cumplir acuerdos en cuya confección no hemos participado, es para todos los seres humanos. Padecer de vejez es uno de esos acuerdos –

              Esto nos habla de cuantos programas hemos ingresado a nuestra mente que obedece las órdenes que luego nos disgustan, enojan, perjudican y todas las consecuencias se les pueda ocurrir.
              La mayoría son pensamientos ó actos inconscientes y otros los provocamos por no tener la precaución de observar que es lo que está ocurriendo en nuestra cabeza.
             Cuando la negatividad nos abruma, es necesario conseguir “ silencio interior “ tratando de reemplazarla por imágenes positivas. ¿Cómo se logra ?
             Cuando descubrimos esa mala jugada en nuestra  mente, que además nos hace sentir tristes, deprimidos, enfermos, inmediatamente póngase a cantar haciendo imágenes de la letra, recite algo que conozca, si no sabe nada para recitar , invéntelo y ponga colores, movimiento, haga mover la imagen, cámbiele de tamaño, véase dentro del cuadro, invite a  quienes lo hacen sentir bien a esa película y disfrútela.
             Encienda la radio ó la TV con cosas alegres y trate de escucharlas, ponga atención a lo que dicen, y aplíquelo en su vida,
             No se ponga rótulos que lo desacrediten, porque la mente los reconoce y cumple la orden que UD LE DIO , aunque sea en metáforas.
             Sólo uno  puede forjar su propia vida, no genere temores que le hagan desequilibrar los logros personales.
             Un cuadro claro, alegre y animado de lo que quiere lograr, hará que su mente cumpla con sus deseos.
            Trabaje para conseguir el “silencio interior “ simplemente reemplazando hábitos y formas de pensar rígidas que lo tienen aprisionado dentro de ese maravillo cuerpo físico que la naturaleza le dió.

                           DE  DOS  LUCHADORES,  EL  PENSADOR  VENCE.

                                                                                        CONFUCIO