SIGLO XXI, CUERPOS
NUEVOS.
Ya existe una impresora que fabrica piel humana viva, en
vez de utilizar tinta usa un cartucho con células del propio paciente y fabrica
de una capa a la vez , produciendo segmentos de 20 x 25 en 1h.
Es una técnica que nació para ayudar a los pacientes con
quemaduras o heridas devastadoras. En pocos años habrá tienda en los hospitales que fabricarán órganos
personalizados.
El principal problemas son los vasos sanguíneos que
necesita cada órgano, pero imitando lo
que hacen los dulceros con el azúcar,han creado una red de filamentos tridimensionales
de azúcar, se cubren con células y una vez formados se disuelve con agua y
quedan los capilares formados.
En un comienzo se crearon órganos tubulares luego vejigas
y ahora hígado y riñón. Aquí detuvieron el trabajo, pues con estos órganos al
aumentar la expectativa de vida puede cambiar la actitud de la gente y no vivir
de forma responsable, ¡para que cuidarme
si podemos cambiar de órgano!. Esto cura el efecto pero no la causa.
En el futuro los centenarios no serán raros y para
detener el proceso de envejecimiento y deterioro de la salud, considera la
ciencia que lo único efectivo es el ejercicio físico pues tiene efecto positivo
en el mantenimiento de la energía , el nivel mental y emocional.
Pero cuidado, cuando el cuerpo se recalienta se apaga el
metabolismo para evitar el daño térmico. Obliga a detenerse y baja el
rendimiento. Cuanto más viejos somos llega más rápido el punto de calentamiento.
En la Universidad de Stanford crearon un aparato que
disminuye este efecto. Probaron a una persona de 60 años que hizo 1000
flexiones seguidas y su temperatura subió a 41º C. A este punto se produce una
enzima que es la responsable de la actividad metabólica de los músculos y
detiene el proceso. Es un mecanismo de autocontrol que evita la destrucción
celular pues estas enzimas actúan justo antes de que el músculo esté
completamente cansado.
Si el cuerpo se enfría rápidamente es posible engañarlo
para que funcione otra vez y como no tenemos ventiladores internos necesitamos
un agente externo que nos enfríe.
El aparato es un guante con agua fría que circula
alrededor de la mano y baja el calor de la sangre que viaja al corazón y lo
enfría en pocos segundos, de esta forma el cuerpo se restaura.
Han comprobado que el enfriamiento es mejor que los
esteroides y se aumenta la capacidad de rendimiento en un 50% sin importar la
edad.